lunes, 28 de septiembre de 2009

MÉRIDA


Ver Els Poblets-Mérida en un mapa más grande



Canal del Zújar


Río Guadiana


¡Ya estamos en Mérida!


Puente romano


Teatro romano

Sábado 08-08-09. 88km.

El cielo amaneció cubierto y hacía algo de frío. A los pocos kilómetros tuve que parar para ponerme los manguitos, cosa impensable en pleno verano en mi pueblo. En Don Benito nos detuvimos a comprar pan y queso de la tierra. Quico y yo ya íbamos con la idea de probar el queso de Extremadura. En la salida de Don Benito cogimos un camino bien asfaltado y tranquilo que bordea el canal del Zújar. Lo tomamos con calma y fuimos disfrutando del paisaje, extensiones de campos de cebada ,maíz, tomates, arroz y algún campo de girasoles. Jose se impacientó por ir lentos para su ritmo habitual y nos pidió que fueramos más rápidos a lo que Quico y yo le digimos que no. Queriamos disfrutar del camino. Sin lugar a duda esta no era la idea de viaje que tenía Jose ya que siempre iba a toda prisa y en muchos momentos se desesperaba. Llegamos a un cruce, a la izquierda, Guareña y a la derecha, Valdetorres. Enfilamos hacia Valdetorres y al llegar al pueblo resulta que no hay ninguna carretera que vaya hacia la carretera de Valverde de Mérida. Fallo mio. En el google maps vi lo que yo pensaba que seria una carretera y resultó ser la via del tren. No me quedó más remedio que bajar la cabeza y pedir disculpas al grupo. Por suerte ellos no me reprocharon nada. Media vuelta y a Guareña. Allí nos hicimos un helado y descansamos un poco. Tan solo nos quedaban 20 kilómetros para llegar a nuestro destino y el viento quiso entrar en juego soplándonos en plena cara. La carretera era un continuo sube y baja y los olivos se hicieron los protagonistas del paisaje hasta la entrada de Mérida. Cogimos una habitación en un hostal por 15€ con sauna incluida-¡Menudo calor hacia allí dentro! Jose prefirió quedarse en el hostal y Quico y yo fuimos a ver el puente romano sobre el río Guadiana. Por la noche fuimos a ver el festival de teatro clásico, una comedia de Plauto que trataba sobre dos gemelos a los que separaron de bebes y ya adultos uno de ellos decide ir en busca del otro. El teatro romano era espectacular. Ya estaba abarrotado cuando llegamos nosotros y nos sentimos como esclavos al sentarnos en la última grada, las piedras sobresalían incrustándose en nuestros doloridos traseros pero era un espectáculo ver el teatro lleno e imaginar como era antaño.
Al día siguiente fuimos a visitar el acueducto de los Milagros, una excepcional obra de ingeniería que transportaba el agua desde el embalse de Proserpina hasta la ciudad. De allí fuimos a visitar el recinto donde se encuentra el teatro romano y el anfiteatro, tan solo separados por una calzada romana.

Ya por la tarde y con cartones que habíamos conseguido en un supermercado nos fuimos a la estación de autobuses. Montones de cartones desparramados por el suelo, la gente mirándonos incrédula y nosotros tranquilamente embalando las bicis como si todos los días hiciéramos lo mismo. Llegó el autobús y para nuestra sorpresa, el conductor era el mismo del otro día. La primera reacción del conductor fue;-vosotros sois los de Manzanares ¿no os dije que quería las bicis bien embaladas? Así no pueden ir.
Nosotros alucinábamos al oír al conductor. Después de hablar un poco con él no hubo problema en meter las bicis dentro. Vaya manía nos tienen los conductores, aunque creo que no todos serán iguales (o quiero pensarlo). Diez horas en autobús y nos plantamos en Benidorm. Desayuno en la cafetería de la estación y rumbo hacia casa. Cogimos la N-320 dirección Valencia ya que conocemos como se las gasta la carretera que va desde Calpe hasta Denia. Con el mediterraneo siempre a nuestra derecha llegamos a casa después de atravesar pueblos como Altea, Calpe, Benissa o Gata de Gorgos.

Al final fueron 534 km hasta Mérida y un total de 590 km hasta Els Poblets.





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