sábado, 30 de mayo de 2009

CURSO DE CICLOTURISMO DE ALFORJAS



Los pasados días 16 y 17 de mayo estuve en Lorca (Murcia) en un curso de cicloturismo de alforjas impartido por Alvaro y Alicia, creadores de la web rodadas.
Nos enseñaron como planificar un viaje, el material necesario, como leer los mapas, seguridad vial y mecánica para poder salir de algún apuro por el camino y Tere nos contó su viaje por Turquía.
Nos juntamos un grupo de unas 20 personas de diferentes puntos de la geografía española como Madrid, Barcelona, Valencia, Socuellamos (Ciudad Real), Murcia y Els Poblets (Alicante). El ambiente entre los participantes fue muy bueno y nos reimos mucho escuchando nuestros viajes imaginarios.


El fin de semana del 23 y 24 de mayo tocaba la clase práctica que consistía en hacer unas rutas por los alrededores de Lorca. Esta vez no iba solo, me acompañaba mi amigo Sergio.
La meta estaba situada en Coy, pedanía de Lorca situada a 858 metros de altitud donde haríamos noche en el albergue del pueblo y gran parte del camino lo haríamos por pistas de tierra.

LORCA-COY 44KM.


Llegamos a Lorca a las 9:00 h. Alvaro, Alicia y José Luis ya tenian las bicis cargadas. En unos minutos llegaban los demás.
Hacía un día espléndido y a las 10:00 h salíamos hacia la carretera de Caravaca. El terreno era árido, la carrretera tenía una ligera pendiente hacia arriba y una suave brisa nos daba de cara. En el grupo se respiraba un gran ambiente e ibamos todos hablando animadamente. El paisaje empezaba a cambiar y se veían campos repletos de cerales.


En Torrealvilla hicimos la primera parada para comer algo y lo hicimos en la parroquia del S.XVIII. La campana nos marcó la hora de salida y fue entonces cuando Belen se dio cuenta que había perdido su casco. Después de preguntar varias veces, Sergio se dio cuenta que el casco que llevaba en su cabeza no era el suyo. -Primeras carcajadas del día-.



Cogimos un camino de tierra bañada de cereales dorados y a los pocos kilómetros vimos lo que parecía ser una antigua ermita ya derruida. El camino que seguiamos desapareció unos metros y nos adentramos entre dos collados que nos hicieron ir en fila de uno y manteniendo el equilibrio para no caer. Llegamos a un cortijo donde algunos del grupo pidieron agua y avanzamos unos metros para parar en una pinada a comer. Sergio y yo cocinamos una paella y la gente se asombraba al vernos.



Continuamos por un camino que tenía muchas piedras sueltas y al llegar a una carretera asfaltada nos dividimos en dos grupos. Hubo gente que no lo pasó bien por el camino y decidieron hacer el resto por asfalto. Eramos ocho los que continuamos por la ruta marcada. Pasamos entre la sierra del Madroño y la sierra de Pedro Ponce subiendo algunas rampas duras.


Hicimos una parada en una fuente natural para coger agua y refrescarnos. Continuamos subiendo unos metros abrigados por los pinos. Luego, bajada hasta Avilés. En la salida de Avilés contemplamos bellos paisajes de cereales aún verdes y en pocos minutos llegamos a Coy.


Durante la cena, Stefan decidió bautizar a su bici de 25 años por el buen comportamiento que tuvo en la ruta. Era inverosímil verla trotar por estos parajes. Y de ahí su nombre "Lorca Trotadora".

COY- LORCA 50 KM.


A primera hora llegaron las prácticas de mecánica para algunos componentes del grupo. Las burras de Luis y Belen estaban cojas y había que herrarlas. Las clases de la semana pasada dieron sus frutos y en pocos minutos ya estaban listas. El canal autonómico de Murcia vino a hacerles una entrevista a Alvaro y Alicia y a grabar algunas imagenes de la ruta. Todos posamos con nuestros mejores trajes para la ocasión.


Lucía un intenso sol de primavera y empezamos a dar nuestras primeras pedaladas por una carretera cuesta abajo, sin tráfico y nuestras vistas se deleitaban con los campos de cereales. En 45 minutos llegabamos a Zarzadilla de Ramos, donde nos detuvimos a almorzar en un bar del pueblo. Después de haber repuestos las energías, seguimos por una carretera asfaltada hacia la presa de Puentes. A los pocos kilómetros nos desviamos a la derecha para entrar en un camino de tierra. Seguiamos las flechas amarillas en dirección contraria que indican la ruta del camino de Santiago, desde Lorca hacia Caravaca.


Los paisajes eran preciosos y la cámara de fotos no tenía tiempo a descansar. Poco a poco, el manto dorado de los cereales iba dejándole paso al verde intenso de los pinos y por fin un poco de sombra en el camino. En un tramo del camino, Estefan y yo tuvimos un pequeño duelo deportivo y Agustín narrándolo bautizó a mi bici con el nombre "La Fallera".


Llegamos a la presa de Puentes y de ahí a buscar el cauce del Guadalentín. Nos adentramos en el cauce y nuestras bicis parecían que se fueran a desmontar en cualquier momento por causa de las grandes piedras. Poco tiempo después, abandonamos el cauce para coger la carretera asfaltada que nos llevaría directos a Lorca. Luis, Martin y Katrin continuaron por el cauce hasta Lorca. En una de las subidas que encontramos en el camino, el grupo se hizo añicos y llegamos a Lorca en pequeños grupos.




Final del viaje

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