jueves, 2 de abril de 2009

NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE


Ver Els Poblets-Lugnano in Teverina en un mapa más grande






Las despedidas son difíciles pero esta, también, lo fue fría. Dos besos y un cuidate. Todo en un cruce con muchos coches. A partir de ahí, viaje en solitario. La noche anterior hicimos la despedida oficial. Cena en una pizzería de Genova.
Mi tio ya me había hablado de la carretera por donde debía pasar y no iba a ser un paseo. Y así fue. Via Aurelia. Las rampas más duras las
encontré aquí. Rampas de varios kilómetros. Una vez subido El paso del Bracco, me tiré de cabeza hasta la Spezia pero alguna rampa me esperaba por el camino. La lluvia me cogió por el camino, por suerte no duró más de una hora. A lo lejos podía ver la cantera de marmol de carrara y los
alpes nevados. En Pisa estuve lo justo para hacerme una foto. Llegué a las 12h y el día era buenisimo. Todo a mi favor, carretera plana y el viento por fin estaba de mi parte. Volví a pinchar la rueda de atrás pero por suerte, perdía el aire "piano,piano". Como se dice aquí. Este día fue el que más kilometros hice: 110 km. Acampé en un huerto de olivos tras haber subido 3 kilómetros de puerto hacia Volterra. Al día siguiente subiría con más calma. Los paisajes eran preciosos. Todo colinas verdes con alguna casa de piedra en lo alto.En Buonconvento me esperaba una sorpresa. Estaba buscando sitio para acampar y vi a un hombre en su casa. No me lo pensé dos veces y fui a preguntarle si pod
ia pasar la noche en su
terreno. El hombre desconfiado de mi, me pidió los documentos.-¡Normal! Me dijo que al día siguiente me
los devolvería. Guarano (así se llama el hombre) cria ganado para luego vender la carne. Tras ver como montaba mi tienda, me enseñó el ganado. Poco a poco fue cogiéndome confianza y por la noche mientras yo cenaba, vino a charlar conmigo y me dio leche de vaca recien ordeñada.
El día amaneció perfecto. Paisajes de fotos de calendario y yo, eufórico. Ese día era el cumpleaños de mi hermana Marina. Recordaba cuando nació, me acuerdo que pensé: cuando ella tenga 15 años yo tendré el doble y me preguntaba -¿qué estaré haciendo? Y ahí estaba yo, rodando por la Toscana. Pero todo cambió en un momento. El viento soplaba fuerte en mi contra y el cielo se hizo gris. Cada kilómetro que pasaba me desmoralizaba más al ver que no avanzaba. Un coche se puso a mi altura y me preguntó sobre el viaje. Nos detuvimos a charlar. Riccardo és el nombre de mi salvador.
Me invitó a su casa a comer y yo acepté
encantado. Todo lo desmoralizado que estaba se
me pasó en un momento.
Hace unos años hizo el camino de Santiago desde su casa caminando. En julio hará Italia-Noruega en bici. Es muy simpático y me dice que puedo quedarme a dormir. Esto no estaba previsto en el viaje y me conmuevo. No esperaba esta hospitalidad. Agradecido, prefiero continuar. Lugnano lo tengo a un día -¡ lo veo tan cerca!

Las piernas me responden muy bien y subo rampas como si nada.
Es mi último día de viaje y ya empiezo a ver lugares conocidos. He salido de Bolsena y el pueblo es precioso. Calles estrechas y casas de
piedra. A sus pies, el lago. Entro en Attigliano y solo me quedan 12 kilómetros.
Serán los 12 kilómetros de subida más alegres que haya subido en la vida. Al girar una curva ya puedo ver Lugnano en lo alto de una colina. ¡ A ti te he venido a buscar! Antes de entrar en el pueblo, la foto para mi tío Leo. No me esperaba nadie y la gente que sabía que iría no se creía que fuera en bici. Al verme se echeban las manos a la cabeza.
En Lugnano he estado tres días. Claudio y su mujer Paola me dejaron una piccolina casa donde poder alojarme y me ofrecieron una suculenta cena con productos tipicos de la zona como son las pizzas. También pude degustar los tortellinis de la madre de Chiara y Daniella hizo de estupenda anfitriona preparandome una cena de despedida junto a sus amigos. Ellos igual de hospitalarios y maravillosos que siempre. Gracias a todos. Mi amigo Toni, amable como siempre vino a por mi a Barcelona.
Al final han sido 1954 kilómetros desde Els Poblets hasta Lugnano in Teverina.
Han habido días buenos y días duros pero digo con toda seguridad que ha valido la pena y que volveré a hacer otro viaje en bici.

Agradezco a toda la gente que me ha animado durante el viaje. No esperaba que la gente se interesara en lo que estaba haciendo. Y por supuesto, a la gente de Lugnano in Teverina.

GRAZIE, GRAZIE MILE.